Cómo constituir una empresa en España

Cómo constituir una empresa en España

Cuando se trata de expandir el negocio, muchos empresarios extranjeros se preguntan cómo constituir una empresa en España. En este sentido cabe destacar que ni siquiera es necesario abrir una empresa para empezar a operar. Además, existen diferentes figuras, útiles para importar la compañía a nuestro país.

En nuestro artículo de hoy analizamos cómo constituir una empresa en España, pero también cómo operar con el NIF de no residente, para que puedas abrir las puertas de tu negocio lo antes posible. Recuerda que si necesitas asistencia jurídica, desde attolón podemos ayudarte.

Podemos crear un equipo de abogados cuyas habilidades y áreas de práctica se amolden perfectamente a las necesidades de tu negocio, para aconsejarte y representarte sin necesidad de que te desplaces a nuestro territorio.

¿Puedo operar en España sin constituir una empresa?

Sí, puedes operar en España sin constituir una empresa y el trámite es relativamente sencillo. Tan solo necesitarás un NIF de no residente.

NIF son las siglas de Número de Identificación Fiscal. Se trata, por tanto, de un código que te identificará como prestador de servicios para poder relacionarte con la Hacienda Pública. Y es que también tendrás que someterte a nuestro régimen fiscal si quieres operar aquí.

¿Cómo se consigue el NIF para no residentes?

Toda persona física o jurídica extranjera que vaya a operar en España puede solicitar el NIF para no residentes. Para ello debe darse de alta en el censo de empresarios, profesionales y retenedores.

Este trámite se realiza frente a la AEAT (Agencia Española de Administración Tributaria), presentando los modelos 030 o 036. El segundo es una versión resumida del primero, pero es suficiente para realizar la mayoría de los trámites.

Aunque los modelos se encuentran en la sede electrónica de la AEAT, lo más recomendable es asesorarse antes de rellenarlos, ya que contienen numerosos formalismos. Además, se pueden tramitar digitalmente mediante un certificado electrónico, por lo que un abogado de España puede realizar los trámites en nombre de su representado extranjero.

Requisitos para solicitar el NIF para no residentes

Para solicitar el NIF para no residentes se deberá contar con una sociedad activa en el país de origen. Por eso, a la solicitud debe acompañarle la siguiente documentación:

  • Acreditación de que la sociedad existe en el país de origen. Para ello se pueden utilizar diversos documentos, como la inscripción de los Estatutos, la escritura de constitución o cualquier otro certificado de autoridades públicas.
  • Fotocopia del NIF del representante.
  • Documento que acredite poder suficiente. Se trata de un documento que demuestra que el solicitante tiene permiso y capacidad para solicitar el NIF para no residentes en nombre de la empresa.

Recordemos que los documentos extranjeros deben legalizarse y traducirse para gozar de validez en España. Para ello necesitaremos los servicios de un traductor oficial y solicitar la apostilla de la Haya.

Proceso de obtención del NIF para no residentes

El primer paso para obtener el NIF para no residentes es apoderar al representante nacional. Para ello, el órgano de administración deberá otorgar poderes ante un Notario del Estado de origen, concediendo al representante suficientes facultades como para que actúe en su nombre a lo largo del trámite.

Posteriormente deberá remitir al representante los documentos requeridos para solicitar el NIF, preferiblemente legalizados y traducidos. Con el poder y el resto de la documentación, el representante español podrá solicitar el NIF para no residentes en nombre de la empresa.

¿Cuáles son mis opciones si quiero abrir una empresa?

Existen diferentes figuras que permiten importar un negocio. Por supuesto, una de las opciones consiste en constituir una nueva empresa en España. Este trámite se puede realizar por medio de representante y requiere un estudio detallado de las necesidades de la firma, porque hay diferentes formas jurídicas y cada una tiene sus ventajas e inconvenientes.

Si se desea conservar la identidad corporativa también se puede optar por un establecimiento permanente o una oficina de representación. Su capacidad de actuación es limitada, pero ayudan en el proceso de importación del negocio y su constitución es muy sencilla.

En caso de preferir un mayor grado de integración, las mejores opciones son las sucursales o filiales. Las primeras son entidades independientes, pero carentes de personalidad jurídica. Por su parte, las filiales tienen personalidad jurídica propia, lo que las asemeja a una empresa española.

Como decimos, la opción por una u otra figura depende de las necesidades del negocio, por lo que conviene estudiarla con la asistencia de un especialista en Derecho Corporativo.

Cuestiones legales a considerar

Es importante contar con asistencia letrada en España, especialmente en los momentos iniciales de la internacionalización del negocio. Dependiendo del sector de actividad, la empresa se enfrentará a un marco jurídico más o menos complejo.

Si el Estado de origen es un Estado miembro de la Unión Europea, es probable que gran parte de la legislación aplicable coincida con la nacional. Sin embargo, las empresas procedentes de países extracomunitarios deberán realizar un análisis jurídico previo al comienzo de la actividad.

Una de las cuestiones más relevantes a la hora de operar en España va a ser el régimen tributario aplicable. Entre ellos destaca el IVA, que se aplica prácticamente a cualquier operación comercial (algunas están exentas y otras tienen regímenes privilegiados) y que no solo requiere el abono periódico, sino también su declaración y autoliquidación.

Si la empresa optara por una forma societaria también tendría que aplicar el Impuesto de Sociedades, mientras que en otras ocasiones resultará exigible el Impuesto Sobre la Renta de los No Residentes.

También conviene conocer el régimen administrativo aplicable, a fin de evitar sanciones y agilizar trámites como la obtención de licencias y/o autorizaciones. Y, por supuesto, resultará clave tener nociones de contratación civil, mercantil y laboral, pues estos contratos van a determinar el régimen de derechos y obligaciones de la empresa en España.

Por todo ello es conveniente analizar el modelo de negocio antes de importarlo. Un proceso de due diligence puede ayudarnos a detectar el régimen jurídico aplicable a la empresa, así como sus fortalezas y debilidades a la hora de entrar en el mercado español, y a prevenir riesgos mediante el establecimiento de sistemas de compliance. Si necesitas auditar tu compañía para importarla o constituir una empresa en España, no dudes en contactar con nosotros.

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