El avance tecnológico conlleva un reto para la interpretación y aplicación del Derecho. Y un progreso tan rápido como el actual implica la constante aparición de campos emergentes para los abogados especializados en Nuevas Tecnologías.
Nos encontramos en un marco en que las soluciones jurídicas tradicionales han dejado de ser efectivas. Un escenario de constante actualización donde el profesional del sector legal debe mantenerse constantemente alerta y renovarse.
No podemos perder de vista que entre el desarrollo de una nueva tecnología y su regulación siempre existe un período de carencia. Un plazo en que el regulador debe analizar cómo está afectando la nueva aplicación a la sociedad. Detectar sus riesgos y beneficios y ordenar su utilización de forma ponderada, racional y proporcional.
Durante el ínterin, son los abogados especializados en Nuevas Tecnologías y las Autoridades Judiciales quienes deben encargarse de interpretar la norma, de aplicar las leyes existentes de forma analógica y de blindar jurídicamente las empresas y los intereses de los implicados.
Por eso, contar con la asistencia de un abogado especializado en Nuevas Tecnologías es más importante que nunca. Y desde attolón estamos ofreciendo una nueva forma de hacerlo. Hemos diseñado un sistema más flexible, eficaz y económico, para que las empresas que lo necesiten puedan incorporar en su equipo a estos profesionales.
No necesariamente de forma permanente, como se venía haciendo, sino para responder a necesidades puntuales o específicas y completar proyectos exitosamente.
Cada vez que se implementa una nueva tecnología se abre un campo de incertidumbre para el Derecho. Las normas van a la zaga del progreso, pero las empresas y agentes involucrados en él necesitan seguridad jurídica.
Y por eso estamos ante una efervescencia en los campos emergentes para los abogados especializados en Nuevas Tecnologías. Profesionales que desarrollarán su carrera lidiando con problemáticas que en estos momentos todavía no existen, o no terminamos de vislumbrar.
El blockchain es una tecnología que ya cuenta con una considerable aceptación por parte de la sociedad. Está detrás de elementos tan relevantes como las criptomonedas.
Sin embargo, parte de sus aplicaciones todavía no se han puesto en juego. Por ejemplo, la posibilidad de sustituir al notariado por un registro distribuido, o de garantizar la transparencia del plebiscito democrático. Aplicaciones cuya implantación plantea problemas jurídicos que deben tratar los abogados blockchain.
Los tokens no fungibles son activos digitales únicos, verificados a través de la tecnología blockchain. Su particularidad radica en que no pueden consumirse ni utilizarse, lo que los convierte en interesantes activos digitales.
A lo largo del año pasado, el valor de mercado de los NFT alcanzó los 338 millones de dólares, dando el salto a la cultura popular. Y ahora estamos ante un mercado de innegable relevancia financiera pero todavía pendiente de regulación.
Otra de las aplicaciones de la tecnología blockchain (tal vez la más conocida) es la relativa a los criptoactivos. Se trata de monedas virtuales, como el Bitcoin, cuya cotización se ha venido disparando desde su creación.
Los criptoactivos también se utilizan en empresas y startups como parte de sus programas de incentivos e incluso como vía de captación de inversión (mediante ICO o initial coin offerings). La actividad reguladora en este campo está siendo frenética (véase el Reglamento MiCA), lo que hace que el perfil de abogado crypto sea uno de los más demandados entre las empresas tecnológicas y financieras.
Las tecnologías expuestas pueden integrarse en lo que se ha venido a denominar metaverso. Un espacio virtual cuyo objetivo es ofrecer la máxima capacidad de interacción a sus usuarios, y que muchos expertos califican como el nuevo Internet.
Además, los metaversos destacan por su pretensión de inmersión, cuyo objetivo es ofrecer experiencias más o menos realistas a sus usuarios, que idealmente podrán desarrollar en ellos una auténtica vida paralela. Las posibilidades de esta tecnología son abrumadoras, lo que conlleva un gran número de debates jurídicos que deberán resolver los abogados especializados en este sector.
Por supuesto, existen otros servicios de nuevo corte que requieren el asesoramiento de un especialista en Nuevas Tecnologías. Entre ellos:
Servicios que quedarán integrados en otro de los proyectos del ecosistema attolón, que presentaremos en un futuro cercano.
No siendo esta lista cerrada, los campos de especialidad que se abren a los abogados de Nuevas Tecnologías son abrumadores. Esto implica que cada vez va a ser más difícil contar con un perfil competente… al menos conforme a los modelos tradicionales.
En attolón prestamos servicios de legal staffing, ofreciendo a las empresas equipos flexibles de abogados, configurados en atención a sus necesidades específicas. Esto implica que la empresa no tiene por qué contratar indefinidamente a un profesional hiperespecializado, sino que puede acceder a sus servicios solo cuando lo necesite.Flexibilizamos de este modo los departamentos jurídicos de las empresas, garantizándoles el poder contar con un experto en los diferentes campos emergentes para los abogados especializados en Nuevas Tecnologías cada vez que lo necesiten.